Sube el listón de la comedia de la primera película con una escapada aún más ridícula que hará que los espectadores se partan de risa. En esta divertidísima continuación, el talentoso actor vuelve a interpretar al agente del FBI Malcolm Turner, esta vez como la excéntrica abuela sureña Big Momma. Malcolm vuelve a trabajar de incógnito, pero esta vez se hace pasar por niñero en casa de una familia adinerada para investigar un caso relacionado con datos confidenciales. Las hilarantes payasadas de Malcolm alcanzan nuevas cotas de locura mientras hace malabarismos con los tres traviesos niños de la casa y mantiene su incógnito. Las circunstancias cada vez más desesperadas en las que Malcolm intenta sortear las dificultades de la vida familiar al tiempo que oculta su verdadera identidad proporcionan el humor. Cada situación es hilarante mientras Malcolm intenta mantener intacto su disfraz, desde los contratiempos con los pañales hasta los percances con la comida.